miércoles, 3 de noviembre de 2010

MORADAS


Al hacer el bien, no esperes nada bueno:
8 reglas de oro de la comunicación

Toda nuestra vida está completamente saturada de comunicación, y esto es maravilloso. El apoyo amistoso, el respeto y el amor de otras personas no sólo te apoyan en circunstancias difíciles de la vida, sino que también son un atributo indispensable del éxito y la felicidad.

Sin embargo, para mantener buenas relaciones con los demás, es necesario seguir ciertas reglas de comunicación. Veamos las 8 reglas de oro de la comunicación.

1. No acumules rencor, vale mucho.

Necesitas aprender a perdonar. Esto no es necesario para nadie más, pero, ante todo, para ti. No es necesario seguir comunicándose con el infractor.

2. No te dejes ofender por los niños porque no te entienden.

Para comprenderlo, es necesario seguir el mismo camino de vida. Hay una gran distancia temporal entre ustedes. Así fue y así será. El problema de padres e hijos es un problema eterno.

3. Cuando hagas el bien, no esperes nada bueno.

No esperes que los demás te amen o te respeten. Aprenda a disfrutar el hecho de que es un dador y haga el bien cuando haya un llamado de su alma y no cuando lo obliguen.

“Bienaventurado el que no espera nada, porque nunca será desilusionado” (A. Pop).
4. ¡No critiques!
“La crítica es inútil porque pone a la persona a la defensiva y, por regla general, busca justificarse. La crítica es peligrosa porque daña el sentido de autoestima y provoca resentimiento” (D. Carnegie).
5. No discutas.
De todos modos, no le demostrarás nada a nadie. Cada uno se queda a su suerte. Aún así, la otra persona no podrá entenderte, porque... él tiene una experiencia de vida diferente.
“Sólo hay una manera en el mundo de ganar ventaja en una discusión: evitarla” (D. Carnegie).
6. No impongas tu pasado a los demás a menos que te lo pidan.
Cualquier acción impuesta, incluso el amor, es agresión.

7. Al evaluar el comportamiento de otra persona, trate de tener en cuenta la situación y las circunstancias.

Nuestra imagen positiva del “yo” se debe en gran medida a que podemos perdonarnos a nosotros mismos por un comportamiento inapropiado, citando una situación y circunstancias desfavorables, pero no perdonamos al otro, construyendo un retrato holístico de él, basado en una situación específica y circunstancias.

8. No exijas ni esperes que los demás sean como tú.
Hay diferentes “tipos” de personas con diferentes niveles de conciencia y autoconciencia. Estas diferencias de especies entre personas son las mismas que entre diferentes especies de animales (hormiga, elefante, mono, etc.). Pero incluso entre personas de la misma especie existen diferencias individuales. Por lo tanto, no debería sorprendernos la diferencia de pensamientos, acciones, motivos y valores. Intenta aceptar a las personas tal como son.

 

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